Sobre la religión:
La enseñanza cristiana es tan sencilla que hasta los niños pequeños entienden su significado. Las personas incapaces de comprenderla son aquellas que quieren aparentar y ser llamadas cristianas, aunque en realidad no lo son.
Buda dijo: «Un hombre que aprende a vivir en función de su alma es como un hombre que entra un farolillo en una casa a oscuras. La oscuridad desaparece al instante. Si eres persistente en esto, tu alma adquirirá esa luz».
Cristo resumió todas Sus enseñanzas en Su último mandamiento: «Amaos los unos a los otros como yo os he amado. Todo el mundo verá que sois mis discípulos si os amáis los unos a los otros». No dijo «si creéis», sino «si os amáis». La fe puede cambiar con el tiempo, porque nuestro conocimiento no para de cambiar. El amor, por el contrario, nunca cambia. El amor es eterno.
Mi religión es amar a todos los seres vivos.
Con el propósito de cumplir los preceptos del cristianismo, hemos de destruir sus perversiones y restaurar su pureza.
El conocimiento
El conocimiento es auténtico conocimiento sólo cuando se adquiere gracias al esfuerzo del intelecto, no de la memoria.
Sólo cuando olvidamos lo que aprendimos, empezamos a poseer un conocimiento real. Henry David Thoreau.
Un constante flujo de pensamientos expresados por otras personas puede paralizar tus pensamientos y tu iniciativa… Por eso, el aprendizaje constante ablanda el cerebro… Paralizar la creación de tus pensamientos con el fin de hacer sitio a los pensamientos de otros libros me recuerda aquel comentario de Shakespeare acerca de que sus contemporáneos vendían sus tierras para ir a conocer otros países. Arthur Schopenhauer.
Un pensamiento puede impulsar tu vida en la dirección adecuada sólo cuando responde a preguntas formuladas por tu alma. Un pensamiento tomado prestado de otra persona, y después aceptado por tu mente y tu memoria, no influye mucho en tu vida, y a veces conduce en la dirección equivocada.
Lee menos, estudia menos, pero piensa más. Aprende, por mediación de tus maestros y los libros que lees, sólo aquellas cosas que realmente necesitas y deseas saber.
La educación
La base de toda educación es el establecimiento de nuestra relación con el principio de todas las cosas, y de ello pueden extraerse las conclusiones sobre nuestro comportamiento.
Pero al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos, y le hundan en lo profundo del mar. Mateo 18, 6-7.
Mientras educamos a nuestros hijos, hemos de recordar que somos guardianes del futuro. Cuando mejoramos su educación, mejoramos el futuro de la humanidad, el futuro de este mundo. Immanuel Kant.
Creo que la principal obligación de padres y educadores es proporcionar a los niños una comprensión del principio divino que existe en su interior. William Ellery Channing.
La formación religiosa es la base de toda educación.
La perfección
La perfección es imposible sin humildad. «¿Por qué debería esforzarme en alcanzar la perfección, si ya soy suficientemente bueno?».
Cuanto más elevada sea la posición que ocupes entre los demás, más humilde deberías ser. Mucha gente vive en el poder y la gloria, pero los misterios de este mundo sólo serán revelados a los humildes. No te busques complicaciones. Trata a tu deber con respeto. No estudies lo que no debas. Te han sido reveladas más cosas de las que puedes comprender. De Escritos Apócrifos.
El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos. Mateo 20, 28.
Algunos amigos te alaban, mientras otros te culpan y critican. Acércate a los que te culpan y aléjate de los que te halagan. El Talmud.
Cuando una flecha no da en el blanco, el arquero se culpa a él, no a otra persona. Un hombre sabio se comporta de la misma forma. Confucio.
Recuerda todas las maldades que has cometido, y trata de no volver a repetirlas. Si recuerdas sólo tus buenas acciones, eso dificultará en el futuro que sigas obrando el bien.
El engaño.
Hay personas que asumen la responsabilidad de tomar decisiones en nombre de otras y de determinar su relación con Dios y con el mundo. Y hay personas, la abrumadora mayoría, que ceden esta autoridad a otras, y creen ciegamente en todo lo que les dicen. Ambos grupos cometen el mismo delito.
Somos como niños, que al principio repetimos la indudable «verdad» que nos han contado nuestras abuelas, después la «verdad» que nos han contado nuestros profesores, y más tarde, cuando nos hacemos viejos, la «verdad» que nos ha contado gente importante. Según Ralph Waldo Emerson.
Cuidaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con disfraces de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así, todo árbol bueno da frutos buenos, pero el árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto es cortado y arrojado al fuego. Así que por sus frutos los reconoceréis. Mateo 7, 15-20.
Un hombre debería hacer uso de la herencia espiritual que ha recibido de las personas sabias y santas del pasado, pero debería analizarlo todo con su intelecto, aceptando ciertas cosas y rechazando otras.
Toda persona debería definirse en función de su actitud hacia este mundo y hacia Dios.
Sobre la fe
La fe consiste en comprender el sentido de la vida y aceptar los deberes y responsabilidades relacionados con él.
¿Quién es un buen hombre? Sólo un hombre que tiene fe es bueno. ¿Qué es la fe? Es lo que ocurre cuando tu voluntad está en sintonía con la conciencia y la sabiduría del mundo. Proverbio chino.
Sólo deberíamos hacer una cosa: ponernos en manos de Dios, sea cual sea nuestro destino final. Permitir que suceda lo que ha de suceder. Lo que ha de suceder será bueno. Henri Amiel.
Dicen que el Día del Juicio vendrá y Dios estará furioso. Pero un buen Dios sólo puede obrar el bien. No temáis: el final vendrá henchido de alegría. Sabiduría persa.
No deberías preocuparte demasiado por lo que sucederá después de la muerte. Entrégate al ser divino y exáltalo. Sabes que es amor, así que ¿por qué deberías preocuparte? Cuando Cristo murió, dijo: «¡Padre! En Tus manos encomiendo mi espíritu». Los que digan esas palabras, no con la lengua sino con todo su corazón, no necesitarán nada más. Si mi espíritu regresa con el Padre, no hay mejor lugar, y nada puede ser mejor.
No creas que vas a poder encontrar la paz de tu alma sin fe.
El amor al prójimo.
Sólo deberías amar una cosa de ti, esa que es igual en todos nosotros. Al amar lo que es igual en todos nosotros, amas a Dios.
Maestro, ¿cuál es el mandamiento mayor de la ley? Jesús le dijo: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Éste es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas». Mateo 22, 36-40.
La gente vive gracias al amor. El amor por uno mismo es el principio de la muerte. El amor por el prójimo y por Dios es el principio de la vida.
Dios es amor. El que vive en amor, vive en Dios, y Dios vive en él. Si nos amamos los unos a los otros, Dios vive en nosotros. Primera Epístola de Juan, del capítulo 4.
El amor no es una fuente, es una consecuencia del hecho de comprender el principio espiritual divino que existe en todos nosotros.
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